He atravesado la tormenta
una vez más.
Ahora reina la calma
y se siente bien.
Pero qué sería de la vida
sin esas tormentas,
sin el mar bravo
inspirador de versos.
También me he sumergido
en las aguas del conocimiento.
Junto a lo nuevo y lo viejo
explorando pasado, presente y futuro.
Pescando ideas,
y es ese mar bravo
que agita las aguas
y hace de los peces, presas.
Pero para pescar,
las aguas se tienen que calmar,
y el agua tiene que tomar
su cristalina transparencia.